La fitopatología (gr.phyton: vegetal, planta; pathos : enfermedad y logos: tratado, estudio) es el estudio al manejo y control de enfermedades en las plantas, en el sector agrícola dificulta la producción y el detrimento de la calidad de los productos alimenticios, causa la decadencia de la economía campesina y la seguridad alimentaria en el mundo. En Colombia, algunos sectores agrícolas se han visto afectados en gran medida por los efectos de las enfermedades al punto de ser incontenibles en estos sistemas productivos, causando la erradicación extensa de cultivos. Los esfuerzos han sido exhaustivos, la investigación biotecnológica al alcance, ha logrado disuadir de cierto modo los efectos de estas enfermedades sin embargo, en muchos casos sus esfuerzos son limitados.
Dentro de los riesgos naturales de la productividad a la cual están sometidos en el trópico, los cultivos agrícolas las enfermedades de las plantas constituyen uno de los más evidentes constantes y fatales. Llegando a ser una de las fuerzas de la naturaleza de mayor impacto en la agricultura.
Históricamente, las enfermedades de las plantas han influenciado, en variados y diversos aspectos el desenvolvimiento de la humanidad y el progreso económico y social de cada país.
Según la ASCOLFI-Asociación Colombiana de fitopatología y ciencias afines. (2011) Las enfermedades en las plantas o en su producto final definen la pérdida de las cosechas o sus productos. Además, este concepto amplia la etiología patológica a organismos en la escala superior y que son distintos de los microorganismos; deja en claro y engloba la definición de problemas originados en causas diferentes de las patogénicas tales como las de los factores ambientales, las que son producto de un manejo agronómico deficiente o del mal uso de los insumos agrícolas, así como las causas provenientes del "modernismo", con sus acciones contaminantes. Hay que resaltar que el concepto de enfermedad es función del "sentir humano"; en la Naturaleza, cuando se encuentra en equilibrio no hay enfermedad. El "valor y función" de una especie vegetal o animal (Si se quiere) o su producto, presiona el concepto hacia niveles cada vez más estrechos: de poblaciones a individuos; de individuos a órganos: de órganos a células y de células a genes. En el caso de las plantas, la definición tiende a englobar la población más que a los individuos. El sesgo de las muchas definiciones que se encuentran, está enmarcado por la especialización de los autores y la finalidad que buscan. Al final la cantidad y calidad interna y externa del producto que llega al consumidor, son las que miden la importancia de la enfermedad, porque lo que se mercadea o usa, es el producto de la planta.
Muchos efectos, síntomas y desviaciones de lo "normal" no han sido registrados científicamente ni como importantes y más aún, como verdaderas enfermedades. Lo que pone a la fitopatología como una ciencia todavía en estado de hacer grandes descubrimientos. Las enfermedades de las plantas como componentes del ecosistema agrícola presentan bajo las condiciones tropicales, una serie de parámetros muy particulares. Sus causas, distribución, efectos, respuesta al ambiente, interacción con distintos organismos y sistemas de cultivo son entre otros, algunos de los más importantes.
La fitopatología en Colombia como ciencia cumplió 60 años en 1997 y su visión hacia el futuro es amplia y promisoria, la batalla será ardua y no escatimaran esfuerzos para lograr avances en el control de fitopatógenos, así lo han demostrado hasta ahora instituciones como Corpoica y distintas federaciones agremiadas en el país, como Fedepalma, fedearroz, fedecafe entre otras. La historia nos ha enseñado las grandes pérdidas económicas y sociales que las enfermedades en los cultivos han acarreado a Colombia, pero también los caminos y estrategias para controlarlos de modo sostenible.
Es indispensable comprender, estudiar, investigar y desarrollar alternativas de manejo integrado de plagas y enfermedades en Colombia y estar alerta de nuevas cepas de estas, realizar monitoreos y cuarentenas necesarias para lograr que los productos alimenticios no se conviertan en un obstáculo de exportación hacia otros países y logremos una Colombia agricolamente sostenible y ambientalmente segura. Cada profesional que intervenga en los sistemas agrícolas reflexione y mantenga una posición ética para el desarrollo de esta nueva agricultura que hasta el momento ha sido una utopía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario